DOWN ESPAÑA celebra la intención del Gobierno de suprimir el aborto por razón de discapacidad
Sin embargo, la Federación muestra su cautela hasta ver el redactado final de la ley.
La Federación DOWN ESPAÑA, que representa a las más de 34.000 personas con síndrome de Down que viven en nuestro país, muestra su satisfacción por las declaraciones realizadas el domingo 22 de julio por el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón en el diario La Razón en las que afirma, refiriéndose a la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, que "el mismo nivel de protección que se da a un concebido sin ningún tipo de minusvalía o malformación debe darse a aquel del que se constate que carece de algunas de las capacidades que tienen el resto de los concebidos. Es éticamente inconcebible haber estado conviviendo con la actual legislación sobre el aborto.”
Sin embargo y hasta que la propuesta de ley no se concrete, la Federación se muestra cautelosa ante la posibilidad de que la discriminación por discapacidad esté presente de forma indirecta en los redactados de la misma.
CAUTELA ANTE DIVERSAS INFORMACIONES PUBLICADAS
Un artículo publicado el miércoles 25 de julio en el diario El Mundo recoje que la única causa para abortar "será el daño psíquico de la madre". Es decir, que, según lo que publica El Mundo, "ya no será la enfermedad o discapacidad del feto la que sostenga la decisión del aborto, sino el impacto psicológico que provoque en su gestante".
DOWN ESPAÑA, que ha reivindicado en múltiples ocasiones a los gobiernos de Rodríguez Zapatero y Rajoy desde el año 2010, un cambio en la regulación del aborto para que no sea discriminatorio hacia las personas con síndrome de Down, considera que, de trasladarse las intenciones del ministro a la nueva ley, se logrará un verdadero cambio social ya que, por primera vez, se posibilitará la vida de todas las personas en igualdad de condiciones.
Tal y como se reconoce en el Art.10 “Derecho a la vida” de la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, ratificada por España en 2008, “los Estados Partes reafirman el derecho inherente a la vida de todos los seres humanos y adoptarán todas las medidas necesarias para garantizar el goce efectivo de ese derecho por las personas con discapacidad en igualdad de condiciones con las demás”.
El cambio en la legislación ya fue solicitado en un informe por el Comité de Seguimiento de la Convención en el que pedía al Estado Parte (España) que suprimiese “la distinción hecha en la Ley Nº 2/2010 del 3 de marzo de 2010 en cuanto al plazo dentro del cual la ley permite que se interrumpa un embarazo por motivos de discapacidad exclusivamente”.
La actual regulación permite el aborto libre hasta la semana 14 y hasta la 22 en caso graves anomalías en el feto, supuesto que posibilita el aborto de las personas con discapacidad, y no otorga el mismo valor a la vida de éstas que a las de aquellas sin discapacidad. Según el ministro, con la nueva legislación, se volverá a un sistema de supuestos "que no será exactamente el que estaba vigente con anterioridad a la ley de plazos".
"Gallardón está obligado por ley a quitar el aborto por malformaciones"
Reproducimos a continuación la entrevista realizada por el periódico online Laindormación.com al Gerente de DOWN ESPAÑA, Agustín Matía,sobre la modifiación de la Ley del Aborto.
¿Se sentían discriminados por la legislación anterior sobre el aborto?
Sí, y también por la vigente, que da más facilidades para abortar si se diagnostica alguna discapacidad. Contraviene los convenios sobre Derechos Humanos firmados por España.
¿A qué normas se refiere?
A la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad, que firmó el Gobierno español en 2008 y ratificó el parlamento de forma unánime. Concretamente, al artículo 10.
Además, el comité de seguimiento de esta Convención ya advirtió a España en octubre del año pasado que debía suprimir “la distinción hecha en la Ley Nº 2/2010 del 3 de marzo de 2010 en cuanto al plazo dentro del cual la ley permite que se interrumpa un embarazo por motivos de discapacidad exclusivamente”.
Entonces, lo que ha dicho Gallardón no es una iniciativa suya, propiamente dicho.
No, está obligado por el derecho internacional. No es algo opinable. Además, es de sentido común. Cuando las mismas personas con síndrome de Down son conscientes del problema del aborto, no entienden esa discriminación en su vida. Ellos saben que son diferentes y limitados para ciertas cosas, pero no entienden que se les discrimine en algunos sitios. Les sorprende mucho que incluso se limite el nacimiento de las personas que son como ellos.
El ministro de Justicia dijo a La Razón que impediría abortar por discapacidad, pero El Mundo publica que dependerá del impacto psicológico que provoque en la madre.
Compartimos totalmente las primeras declaraciones de Gallardón; anteayer incluso citó a las personas nacidas “o en proceso de nacer”. Pero no nos parece bien que bajo el supuesto del “impacto psicológico a la madre” se abra un coladero para discriminar indirectamente a los niños que vienen con síndrome de Down. Estaremos muy atentos a la ley que desarrolle este Gobierno, a sus interpretaciones y sobre todo a su aplicación.
Los partidarios de la actual ley del aborto resaltan que no obliga a nadie. Simplemente, permite que quien quiera abortar pueda hacerlo.
Es un argumento falso. La actual ley facilita el aborto de la persona con discapacidad por el mero hecho de tenerla. O sea, viene a decir que esa persona tiene menos derecho a la vida que otra sin discapacidad. Por esta razón la ONU exige la retirada de ese supuesto, porque viola los derechos humanos. Es una cuestión de derechos.
¿Están contra el aborto “por principios”?
Nosotros no entramos en el debate “aborto sí o aborto no”. Allá verá el Legislador. Pero avisamos que si el Gobierno aprueba otra ley del aborto, no puede introducir elementos de discriminación por tratarse de personas con discapacidad. Lo exigimos con toda la fuerza del derecho internacional.
En las redes y en los medios circulan testimonios de gente que explica lo duro que es un embarazo que viene con malformaciones.
No hace falta que nos los cuenten. Nuestra asociación está formada por familias que han vivido esa misma situación. Conocemos el impacto que produce, y el duelo que sigue. Pero hay que vivir la vida real. Una discapacidad no es el único tropiezo que se puede tener en la vida. Hay accidentes, hay desgracias, hay gente joven que se muere de cáncer, hay bajadas de sueldo..., pero la vida sigue llena de propuestas y posibilidades; hay que hacer frente con entereza y sacar lo mejor de ella.
También se habla de garantizar una vida digna a los que van a nacer.
Las vidas que las personas con discapacidad no son menos dignas que las otras. Tras la palabra “vida digna” se camufla muchas veces cierto sesgo eugenésico.Tenemos un concepto de vida ideal y nos cuesta tolerar que haya personas que se salgan de esa idea. Pero nadie es perfecto. Todos nos salimos en mayor o menor medida del ideal. No se puede decir que más de tres millones de españoles no viven una vida digna por el hecho de ser personas con discapacidad.
¿Se puede ser igualmente feliz que el resto con un familiar que sufre una discapacidad?
Así es. De hecho, hay estudios norteamericanos que demuestran que las familias de personas con síndrome de down son más felices que el resto.
No negamos que la discapacidad exista y que sea duro y complicado. Pero afirmar que los discapacitados o sus familiares no pueden llevar una vida digna sólo tiene un nombre: eugenesia.
¿Se sabe qué piensan las mujeres que ya han abortado tras conocer que el feto tenía síndrome de Down?
No. Es un problema de nuestra regulación sobre el aborto: está poco investigada. No hay registro, ni seguimiento, ni estadísticas... Tenemos estudios de otros países. Por ejemplo, en Holanda se detectó la presión del entorno familiar (padres, hermanos, pareja) favorecía mucho la decisión de abortar, y que muchas mujeres que han abortado no volverían a hacerlo. Nosotros estimamos que en España la mayoría de las personas que confirman el diagnóstico tras una amniocentesis terminan abortando.
¿Y el factor económico?
El impacto económico es grande. No dejamos de reivindicar que necesitamos más apoyo y atención, sobre todo en estos momentos de recortes.