El modelo de consumo de información ha cambiado radicalmente en los últimos años. La aparición y consolidación de las redes sociales ha desplazado a los medios de comunicación tradicionales de su posición de privilegio a la hora de mantener informada a la sociedad. Ahora son las propias marcas, instituciones, organizaciones y empresas las que emiten sus mensajes sin intermediarios, estableciendo un diálogo en tiempo real con los usuarios, que a su vez ofrecen un feedback muy valioso. Es la llamada revolución digital, liderada por Facebook, Twitter y Youtube, que ha permitido estrechar la distancia entre emisor (institución) y receptor (consumidor), creando nuevos roles y una nueva jerarquía en la gestión de la información.
En esta jerarquía es el consumidor el que tiene la última palabra, quien aprueba o censura, y quien se convierte en prescriptor. Tanto es así, que el 15% de los usuarios creen lo que les dice la publicidad, frente al 85% que creen lo que les transmiten las personas de su entorno (estudio “The cocktail analisys”, 2012).
Esta nueva situación obliga a cuidar con mimo la relación que se tiene con los usuarios a través de las redes sociales. DOWN ESPAÑA lleva años trabajando en este sentido, gestionando sus redes sociales para sacar partido a estos nuevos canales de comunicación y que sean todo lo útiles posibles para el colectivo de personas con síndrome de Down.
Así, la presencia de la Federación en Facebook, Twitter, Tuenti, Youtube y Flickr pretende:
- Difundir noticias, proyectos e información de interés para el colectivo. Desde hitos alcanzados por las personas con síndrome de Down (como la primera joven con esta discapacidad en ocupar el cargo de presidenta de una asociación, o la primera concejal de ayuntamiento) hasta estudios científicos y proyectos para mejorar la calidad de vida.
- Contar historias y compartir experiencias de personas con síndrome de Down o relacionadas con el entorno asociativo. Estos son contenidos que no tienen por qué tener un cariz noticiable o la relevancia suficiente para aparecer en medios de información, pero que por su calidez humana o impacto emocional suelen generar muchas más visitas y feedback que las noticias tradicionales. Son casos como cartas emotivas entre hermanas, o experiencias vitales importantes para personas con síndrome de Down (como una boda).
- Hacer un seguimiento en directo de eventos o presentaciones. Para quien no puede asistir a jornadas como, por ejemplo, el Encuentro Nacional de Familias, Twitter le da la oportunidad de seguir al momento lo que las sesiones dan de sí. Mantenerse informado de lo que cuentan los ponentes, o compartir fotografías de una recepción es fácil gracias a las redes sociales.
- Promocionar actividades de las entidades federadas a DOWN ESPAÑA. Las 88 asociaciones que conforman DOWN ESPAÑA son una comunidad que desarrolla acciones muy diversas entre sí. En nuestros canales procuramos informar de las actividades más representativas de cada una de ellas, no sólo para informar, sino para que los profesionales del movimiento obtengan ideas sobre proyectos que tienen lugar en otras zonas del país.
- Hacer lobby y denunciar casos de discriminación. Aunque afortunadamente cada vez son menos, cada vez que se produce un caso de abuso contra el colectivo (como la discriminación a un grupo de jóvenes con síndrome de Down al que se impidió el acceso a un hotel de Almería) la publicación y denuncia en redes sociales tiene un enorme efecto movilizador del moivmiento asociativo. Este tipo de casos se difunden con gran rapidez, alcanzando en apenas unas horas a miles de ciudadanos de todo el mundo, que alzando la voz y denunciándolo, en muchas ocasiones consiguen ejercer la presión suficiente para implicar a las administraciones públicas, o para forzar un cambio de guión sobre decisiones discrminitorias.
- Generar visibilidad y sensibilizar sobre la discapacidad intelectual. Transmitir los logros obtenidos por personas con síndrome de Down es una buena forma de que la sociedad comprenda todo lo que el colectivo puede aportar. Noticias que pongan en valor sus capacidades y valía, como cuando un grupo de jóvenes comienza a formarse para trabajar, o cuando una persona con esta discapacidad asombra al mundo con su habilidad tras una cámara de fotos. DOWN ESPAÑA también difunde vídeos sobre el colectivo, como este caso de los padres de una niña que hablan de cómo les cambió la vida la llegada de su hija y la alegría que les ha aportado, contribuyendo a normalizar la imagen sobre el síndrome de Down.
- Ofrecer documentación y publicaciones. DOWN ESPAÑA trabaja en proyectos que abarcan ámbitos como la salud, la Atención Temprana, la educación, el empleo, la vida independiente o el ocio inclusivo. Muchos de estos proyectos se plasman en publicaciones, en forma de guías, módulos o folletos, con información y consejos para familias y los profesionales de las asociaciones. DOWN ESPAÑA siempre pone a disposición de sus usuarios una versión en pdf que se puede descargar desde la web, pero la mejor forma de llegar al público interesado en ellas es a través de las redes sociales. Compartiendo estas publicaciones a través de Facebook, se consigue llegar a más gente de más lugares.
- Pedir colaboración. Muchos proyectos que buscan mejorar la calidad de vida de las personas con síndrome de Down basan su éxito en la participación del colectivo, como encuestas a familias, o iniciativas científicas que requieren de financiación mediante micromecenazgo para sobrevivir. Ante estos casos, la cooperación que se consigue a través de las redes sociales no tiene punto de comparación, ya que permiten alcanzar de forma directa al público interesado.
Una vez que como Federación se ha conseguido una base de seguidores estable en las redes sociales, para DOWN ESPAÑA el reto de presente y futuro del medio pasa por involucrar a sus entidades federadas y familias en este diálogo, invitándolas a que lo enriquezcan y a que animen a participar a sus familiares con síndrome de Down, ya que con los apoyos adecuados son ellos mismos los más interesados en pronunciarse en primera persona en todos los ámbitos, incluidos los digitales.