Si para la población en general es importante recuperar el empleo perdido durante esta terrible pandemia, para las personas con Síndrome de Down se antoja vital. Nuestro colectivo lleva arrastrando cifras de desempleo que rondan el 85% antes de esta crisis, por lo que ahora, en el momento que contemos con datos fiables, estamos seguros que ese porcentaje se puede acercar al 95%.

Esto significa que toca trabajar todos unidos para conseguir reducir esta terrible cifra lo antes posible. Para ello, necesitamos a los empresarios, las Administraciones Públicas y a las familias; pues damos por hecho que nuestros usuarios están deseando retomar sus empleos y recuperar su vida cuanto antes. Pero vayamos por partes.

A los empresarios hay que pedirles lo que siempre nos han demostrado, compromiso con las personas con discapacidad y confianza en nuestras Entidades. Compromiso, porque van a tener que ser muy cuidadosos a la hora de seleccionar qué puestos de trabajo van a recuperar, puesto que no va a ser fácil remontar una economía que actualmente se encuentra muy dañada. Una vez más, apelaremos a que no dejen atrás a las personas con síndrome de Down y apuesten por contratarles para realizar las tareas que se les encomienden dentro de las empresas, y para eso, debemos contar con su confianza. Por supuesto, desde las Entidades que trabajamos con este colectivo vamos a seguir apoyándoles mediante la metodología del Empleo con Apoyo, recordándoles que no están solos, que nuestros profesionales, los preparadores laborales están ahí para lo que necesiten, prestando su apoyo de una manera intensa y eficaz todo el tiempo que sea necesario. Ofreciéndoles un espacio de soporte que les anime a seguir apostando por las capacidades de las personas con discapacidad.

Pero a los empresarios no se les puede dejar solos en esta batalla, no puede recaer sólo en ellos toda la responsabilidad y el peso económico de recuperar el empleo de las personas más vulnerables. Ahora, más que nunca, todas las Administraciones Públicas tienen la obligación de dar un paso al frente, de apoyarles con medidas concretas, sencillas de tramitar y eficaces que contemplen esta situación, para que los empresarios sientan que la Administración les ayuda en esta ingente pero necesaria reconstrucción social que nos va a tocar vivir.

Sin estas ayudas al empleo de las personas con más dificultades de inserción laboral, nuestro colectivo lo tendrá muy difícil y les aseguro que no será por falta de ganas del tejido empresarial, pero la situación es la que es, y sin ayuda será prácticamente imposible remontar esta realidad.

Y por último están las familias, a las que hay que pedir la valentía y el coraje necesario para que permitan que sus familiares con discapacidad puedan retomar sus rutinas, su autonomía, en definitiva sus vidas... Y no va a ser fácil, el miedo está ahí y es libre.

Es cierto que todos tenemos miedo a este terrible virus que de una forma inesperada e imprevista ha roto y alterado nuestra vida, nuestro proceder, nuestra armonía… Pero esto no debe ser un motivo para retroceder en los derechos por los que tanto han luchado las personas con discapacidad. No podemos desandar un camino tan costoso… no debemos, no queremos. Es por ello que debemos actuar como siempre lo hemos hecho: afrontando, apoyando y animando.

En esta situación, debemos habilitarles para que estén atentos, no bajen la guardia y guarden todas las medidas de prevención en las empresas al igual que el resto de la sociedad. Desde mi experiencia os digo que no os preocupéis, que ya lo habéis hecho antes. Con vuestra ayuda han aprendido a desenvolverse en una escuela ordinaria con falta de apoyos, se formaron para poder desempeñar un empleo, consiguieron utilizar el transporte público para desplazarse, a manejar el dinero…, por lo que estoy seguro que una vez más volverán a superarse y se adaptarán a esta nueva situación, pues si queremos la verdadera inclusión, no nos queda otra.

Como veis, nuestro objetivo no se podrá conseguir si no estamos todos implicados, es necesario que cada uno aporte desde su posición, el soporte para conseguirlo; teniendo en cuenta que con que una sola de las partes se ponga “de perfil” el fracaso está asegurado, cosa que ninguno de los actores de esta fantástica aventura queremos, verdad?