“La LOMCE mantiene al alumno alejado del modelo de escuela inclusiva”
Aprobada la LOMCE, el presidente de DOWN ESPAÑA, José Fabián Cámara, aclara la postura de la entidad respecto a esta ley y lamenta su nulo enfoque inclusivo.
La Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), aprobada de manera definitva el pasado 28 de noviembre, incumple gravemente los mandatos de inclusión educativa que derivan de la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, y que impone a España obligaciones claras y terminantes como parte de este tratado internacional.
En la práctica supone la segregación de parte del alumnado con discapacidad. En España más del 20 % del alumnado con discapacidad, unos 40.000 escolares, permanece aún en modalidades de educación especial, una fórmula que establece diferencias negativas por razón de discapacidad y que no asegura los apoyos precisos para lograr un entorno efectivamente inclusivo.
El presidente de DOWN ESPAÑA, José Fabián Cámara, se muestra tajante a este respecto: “desde el mismo momento en que la LOMCE mantiene en el sistema educativo la figura de la educación especial, está incumpliendo con la Convención”. La Federación reivindica un sistema educativo inclusivo para todas las personas y en todos los niveles escolares. Para promoverlo, recientemente ha publicado la guía “Orientaciones para el apoyo a la inclusión educativa”, que puede descargarse desde este enlace. Además, DOWN ESPAÑA ha apoyado el caso de Rubén Calleja, el niño con síndrome de Down al que no dejan estudiar en un colegio inclusivo; la Federación ha lanzado un vídeo en el que se denuncian los hechos y reivindica su vuelta a una modalidad inclusiva.
Cámara se lamenta de que la LOMCE, en la teoría “contempla en su declaración de intenciones referencias a la educación inclusiva, aunque posteriormente en su desarrollo asimila la idea de inclusión a la de integración, que es la que realmente subyace en el trasfondo de la Ley y de hecho se mantiene en el sistema educativo español”.
¿En qué sentido varía la LOMCE el sistema educativo inclusivo respecto a la anterior legislación?
La LOMCE no hace nada por avanzar en el enfoque de la inclusión. En sus propuestas de modificación no se tocan los aspectos referidos al alumnado con discapacidad.
No sólo eso, sino que hay varios aspectos que la alejan de un sistema inclusivo, tales como la realización de pruebas de evaluación al final de etapa, o la dicotomía a la hora de pasar la evaluación del cuarto nivel de Secundaria Obligatoria, optando entre enseñanzas académicas que llevará al Bachillerato o enseñanzas aplicadas que llevan hacia la Formación Profesional.
¿En qué situación deja esta ley al alumnado con síndrome de Down?
El alumnado con síndrome de Down se encuentra ante una situación discriminatoria y alejada del modelo de escuela inclusiva.
De entrada el alumno se enfrenta a los dictámenes de escolarización que de oficio se hacen al comenzar cada etapa educativa y que se pueden repetir en cualquier momento de la escolarización a demanda del centro escolar. Estos dictámenes, realizados por equipos profesionales de la administración educativa, son vinculantes para la administración, y con ellos se puede derivar al alumno a un centro de educación especial aunque la familia no esté de acuerdo.
Un efecto claro de estos usos es la situación que actualmente padece Rubén Calleja, el chico de León que ha sido segregado del grupo en el que ha estado integrado en los últimos años.
Por otra parte está el que si el alumnado comienza a presentar comportamientos disruptivos, el centro puede solicitar un cambio de dictamen de escolarización a una modalidad específica, cosa que no ocurre con el resto del alumnado que presenta también este tipo de comportamientos.
Más grave todavía es la dificultad que se le plantea al alumnado con síndrome de Down a la hora de obtener el título de graduado en ESO, y que se basa en que no alcanzan las competencias básicas y los objetivos de la etapa, según dispone el artículo 28 de la LOMCE. En el mejor de los casos, incluso obteniendo el graduado en ESO, el alumnado con síndrome de Down será derivado, casi con toda seguridad hacia la Formación Profesional Básica, impidiéndose así que curse el Bachillerato, según lo dispuesto en el artículo 30 de la Ley.
Por último está la falta de apoyos en las modalidades de Formación Profesional que sumado a lo anterior hace prácticamente imposible que alcancen las enseñanzas de nivel superior.
¿Cuál es la postura de DOWN ESPAÑA respecto a la LOMCE? ¿Qué suele recomendar la Federación a los padres?
La postura de DOWN ESPAÑA no es otra que la que postula el propio CERMI, y que se ha comunicado al Ministerio de Educación: la erradicación de la Educación Especial y la regulación de un periodo de transición entre el actual modelo integrador y uno totalmente inclusivo.
En cuanto a los padres, les recomendamos que estén muy pendientes de los procesos de dictamen de escolarización, y reivindiquen para sus hijos la modalidad de integración en aula ordinaria, que se integren en los Consejos Escolares de los Centros y en la AMPAS, que en todo momento mantengan relaciones lo más cordiales posible y actitudes de colaboración con el profesorado y los equipos directivos de los Centros Educativos, y sobre todo, que estén muy pendientes en todo momento de todo lo que tiene que ver con la educación de sus hijos e hijas.
La Convención de la ONU marca unas indicaciones muy claras en cuanto a la educación, ¿qué modificaciones se pueden hacer sobre el texto legal de la LOMCE teniendo como base la Convención?
A partir del artículo 24 de la Convención ("derecho a una educación primaria y secundaria inclusiva", y "acceso general a la educación superior”), y según la definición de la UNESCO, más que cambios en el texto habría que modificar el “espíritu” de la ley para que realmente se adaptara los postulados de la educación inclusiva.
¿En qué punto se encuentra el sistema educativo de cara al impulso de la educación inclusiva?
El sistema educativo español sigue estando demasiado ligado a la adquisición de los contenidos que marca el currículo. Se sufre la “esquizofrenia” de mantener un currículo basado en áreas y una evaluación que debe medir competencias.
Es un sistema educativo dirigido a un alumnado estándar que no consigue dar una respuesta a la diversidad, debido principalmente a la escasez de recursos didácticos, la aplicación de una didáctica obsoleta y una insuficiente apuesta por el reciclado del profesorado. Una situación que se puede resumir en la frase: “una escuela del siglo XIX, con maestros del siglo XX, para un alumnado del siglo XXI”.
La LOMCE aumenta aún más el enfoque academicista del sistema educativo, y por tanto hace mucho más difícil la evolución hacia una educación inclusiva que responda a la diversidad que presenta el alumnado.
¿Cuál es el papel del profesorado y centros educativos?
El profesorado y los centros educativos forman parte del sistema, pero son el principal motor de cambio y es gracias a su esfuerzo que el sistema se esté aplicando con una mayor equidad.
El profesorado se ve sometido a una gran presión a la hora de dar respuesta a la diversidad, con grupos de alumnos numerosos con diferentes estilos de aprendizaje, con apoyos y medios muy limitados y ante el dilema de tener que obtener resultados “excelentes”.
Cuando se encara la integración de un alumno con discapacidad, el apoyo del profesorado especializado al alumnado integrado suele ser insuficiente. Además, los recursos en nuevas tecnologías son prácticamente inexistentes.
A pesar de eso la mayoría del profesorado acepta de buen grado la integración de alumnado con discapacidad en su grupo e intenta a base de su buen hacer dar la mejor respuesta posible, sin una formación ni unos recursos especializados, que cuestan dinero. Ante tales condiciones, es absolutamente injusto que sea el profesorado quien deba responsabilizarse en exclusiva del éxito de la integración del alumnado con discapacidad. En una verdadera escuela inclusiva, el sistema educativo debería disponer los medios humanos y técnicos necesarios para que la respuesta a la diversidad resultara eficaz y el maestro pudiera realizar su labor docente de forma cómoda y eficaz.
¿Es compatible el modelo inclusivo que promueve DOWN ESPAÑA con la existencia de centros de educación especial?
Desde DOWN ESPAÑA consideramos, que si bien los centros de educación especial han cumplido una excelente labor en un momento histórico en el que no existía otra propuesta de atención al alumnado con discapacidad, actualmente no tienen sentido dentro del paradigma de escuela inclusiva.
Sin embargo, sería un error perder la experiencia adquirida en el tratamiento educativo de personas con discapacidad. Por ello sería interesante reconvertirlos en centro escolares de referencia, en los que alumnos con y sin discapacidad puedan convivir, beneficiándose los primeros de la experiencia y recursos de estos centros.