“Un placaje por la inclusión”, una campaña para impulsar el rugby entre las personas con síndrome de Down
Lanzada por DOWN ESPAÑA y Fundación Sanitas para fomentar la práctica conjunta de este deporte inclusivo.
El deporte inclusivo consiste en practicar un deporte entre personas con y sin discapacidad. Es altamente recomendable, tanto por el bienestar físico y mental que conlleva, como para mejorar la calidad de vida y la inclusión social de las personas con discapacidad. Como muestra la campaña, el rugby es un deporte especialmente idóneo para las personas con síndrome de Down, ya que la diferencia entre éste y otros deportes es que en el rugby todo el mundo vale, cada jugador es necesario, con sus características, y todos los que lo practican son útiles para el equipo.
La campaña consta de 3 videos: uno dirigido a asociaciones de síndrome de Down y familias, cuyo objetivo es dar a conocer las ventajas de la práctica del rugby para las personas con síndrome de Down; otro diseñado para clubes y entrenadores, que explica cómo las bases del entrenamiento para las personas con síndrome de Down y un tercero dirigido a la sociedad.
Los videos, fueron grabados durante una jornada de entrenamientos del Gaztedi Rugby Taldea (equipo de Vitoria compuesto por jugadores con y sin síndrome de Down), y cuentan con las intervenciones y puntos de vista de profesionales y familias involucradas en la práctica del deporte inclusivo, así como de jugadores con esta discapacidad intelectual, como Ana, una joven que afirma que “practicar rugby es una experiencia muy buena, que además de llenarnos mucho nos enseña los valores del deporte”. Las familias de los jugadores comparten esta opinión e inciden en la capacidad del deporte como exponente de inclusión social y de fomento del “compañerismo, respeto, y reconocimiento”, en palabras de Nela, madre de uno de los jugadores del equipo.
La directora de comunicación de DOWN ESPAÑA, Beatriz Prieto, afirma en el vídeo que “este tipo de iniciativas suponen una oportunidad de demostrar que las personas con síndrome de Down pueden practicar deporte con personas sin discapacidad. “Es su derecho, poseen las capacidades, y tienen mucho que aportar a la sociedad”.
Por otro lado, la directora general de la Fundación Sanitas, Yolanda Erburu, recuerda que “el deporte inclusivo ya es una realidad en 15 escuelas o clubes deportivos en España, con más de 700 niños con y sin discapacidad que disfrutan del deporte de manera conjunta”.
La iniciativa “Unión por el Rugby Inclusivo”
Para impulsar el rugby inclusivo, DOWN ESPAÑA puso en marcha hace unos meses la iniciativa “Unión por el Rugby Inclusivo”, que pretende aunar las experiencias de distintos clubes de toda España que apuestan por la inclusión de niños con síndrome de Down en sus equipos. A esta iniciativa se han unido ya la Asociación Deportiva de Ingenieros Industriales de Las Rozas Rugby y el San Isidro Rugby Club, ambos de Madrid. También apoya esta iniciativa el Gaztedi Rugby Taldea, a través de DOWN ARABA, entidad federada a DOWN ESPAÑA, y el VRAC Entrepinares de Valladolid. El pasado mes de mayo se alcanzó todo un hito para el deporte inclusivo de nuestro país cuando Nicolás Esguevillas se convirtió en el primer niño con síndrome de Down en jugar el Torneo Nacional de Rugby de España.
Para ambas organizaciones, la práctica del deporte inclusivo es un derecho de las personas con síndrome de Down, tal y como establece la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad de plena vigencia en España, que en su artículo 30 reconoce que “los Estados Partes deberán alentar y promover la participación de las personas con discapacidad en las actividades deportivas generales a todos los niveles”.
DOWN ESPAÑA trabaja desde 2009 impulsando el deporte inclusivo entre sus 88 asociaciones federadas. A partir de 2012, DOWN ESPAÑA comienza a colaborar con la Fundación Sanitas, a través del CEDI -Centro de Estudios sobre Deporte Inclusivo- institución fruto de la colaboración entre la Universidad Politécnica de Madrid, la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte – INEF y la Fundación Sanitas. El CEDI con sede en la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte – INEF, tiene como objetivo principal analizar y difundir los beneficios, a todos los niveles, de las actividades físicas y deportivas para personas con discapacidad a través de la sensibilización y concienciación de todos los agentes intervinientes, especialmente a las instituciones del deporte convencional.
Otros casos de éxito en el deporte inclusivo
Daniel, un joven de 22 años con síndrome de Down se ha convertido en el segundo entrenador del Oar Coruña, equipo de la primera división estatal de balonmano. Para este usuario de DOWN CORUÑA el sábado es el día señalado en su calendario semanal. Es cuando ejerce de segundo entrenador del Oar, histórico club coruñés de balonmano que milita en la Primera Estatal.
En solo dos años y medio, Daniel se ha ganado un puesto en el cuerpo técnico del primer equipo de la entidad gallega. “Empezó con pequeñas colaboraciones, pero poco a poco se ha ido ganando la atribución de funciones. No es un regalo, es la recompensa a su buen hacer”, expresa Pablo Aguirregabiria, primer técnico del equipo.
Unas atribuciones que van desde solicitar los tiempos muertos a intercambiar opiniones con el máximo responsable técnico o hacer de enlace entre la plantilla y el primer entrenador. El próximo sábado 29 de noviembre, en el encuentro correspondiente a la undécima jornada de Liga, subirá un peldaño más. Será el encargado de diseñar el equipo inicial. “Es una gran responsabilidad, pero creo que estoy preparado”, comenta con una enorme sonrisa.
Daniel es un perfecto conocedor de las nuevas tecnologías, y pasa horas delante del ordenador, analizando el rendimiento de sus jugadores, comparando estadísticas... “Y no perdiéndose detalle de la sesión de vídeo que preparamos para los jugadores. Tiene una lectura táctica que ya les gustaría a muchos”, señala Aguirregabiria.
Daniel es el primero en llegar a los entrenamientos de los martes, el que recibe a los árbitros los días de partido, el que siempre tiene una sonrisa o una palmada de ánimo cuando sus compañeros han tenido una mala jornada, el que trata de calmar a Pablo Aguirre cuando tras un mal primer tiempo toma enfurecido el camino del vestuario... Daniel es ese apoyo que tiene la plantilla y cuerpo técnico del Oar cuando más se necesita.
Y todo ello, sin descuidar sus estudios y las actividades habituales de cualquier joven. Cada mañana, tras ducharse, prepararse el desayuno y hacerse la cama, Daniel se marcha solo de casa para coger el primero de los dos autobuses urbanos que precisa para llegar al campus de Elviña, en donde cursa un ciclo de integración profesional. “En casa hace de todo, incluso la compra de los sábados. "Es muy independiente. Y como cualquier joven queda con sus amigos los fines de semana, va al cine, a tomar algo a un pub...”, cuenta su orgulloso padre.