La brecha digital y la exclusión de personas con síndrome de Down
El complejo periodo que estamos viviendo, aumenta las desigualdades a las que se enfrentan las personas con discapacidad intelectual.
En la actualidad y especialmente en los últimos meses, no concebimos nuestra rutina sin acceso a las tecnologías. Por ello, como ya hemos recalcado en numerosas ocasiones, desde DOWN ESPAÑA, consideramos absolutamente necesaria una mejora sustancial de la accesibilidad de las personas con discapacidad intelectual al universo tecnológico para que puedan disfrutar de sus ventajas al igual que el resto de población. Volvemos a hacer hincapié en este asunto, ya que la situación generada por la crisis del COVID-19 ha agravado la exclusión de las personas con síndrome de Down.
En el diario La Voz de Galicia, el presidente de la FEDERACIÓN DOWN GALICIA, Delmiro Prieto, reflexiona sobre ello, y explica en qué se traduce el aislamiento tecnológico para las personas del colectivo: «Es una paralización viene acompañada de un retroceso en todo lo que son sus procesos de aprendizaje y de evolución, con lo cual es un problema serio a nivel individual».
Además del retroceso que indica Prieto, a nivel psicológico, las personas con síndrome de Down también sufren por la falta de accesibilidad a la tecnología. Suelen apegarse mucho a sus rutinas, pues es algo que les ofrece mucha seguridad y tranquilidad. Además, les hace sentirse autónomos y útiles. Debido a la extraordinaria situación que ha provocado el coronavirus, deben adaptarlas para poder realizarlas de manera virtual, y es entonces cuando de nuevo, se agrava la exclusión, pues para ellos es aún más difícil adaptar sus tareas.
La FEDERACIÓN DOWN GALICIA ha puesto en marcha una recaudación de fondos con el objetivo de paliar la situación dotando de herramientas tecnológicas a los miembros más vulnerables. «Empezamos a impartir formaciones online por el confinamiento y ahí nos dimos cuenta de las dificultades que tenían varios usuarios para acceder, porque en el medio donde residen no hay Internet, porque tienen datos limitados, porque no tienen las herramientas necesarias o porque no saben utilizarlas adecuadamente», cuenta Delmiro Prieto.
«Si vivimos en una sociedad tecnológica y la relación que se establece con el mundo se está digitalizando cada vez más, la brecha digital va a aumentar la dificultad de inclusión social y laboral de las personas con síndrome de Down. Eso es lo que supone esta situación y a lo que nos enfrentamos», explica por su parte Aloia Lema, coordinadora de formación de la fundación DOWN SANTIAGO DE COMPOSTELA.
Desde DOWN ESPAÑA, animamos a nuestras entidades a continuar trabajando como hasta ahora por lograr la inclusión de las personas con síndrome de Down y les agradecemos este tipo de iniciativas que tanto beneficia a nuestro colectivo.